20090203

EMPIEZA A OLER A PRIMAVERA



He subido esta tarde por la misma calle que me lleva atrabajar. Lloviendo el martes suavemente y abrillantando el firme de las calles queriendo dar lustre a la poca luz que trae a las cinco. Bajo la gorra de lana iba cociendo mis pensamientos ensimismado en las luces de mi escaso campo que se esta mojando con esta fina y limpia agua de febrero. Pienso en los castaños que he de sembrar y, sin saber si podré algún día hacerlo, me veo bajo alguno de ellos en la caliente primavera de mayo leyendo uno de tantos libros que reservo para ese mágico trance. Allí nada esta preparado para hablar, todo esta dispuesto para escuchar. Es uno de esos lugares en los que se queda siempre una parte de mí. Ha de convertirse, por efecto de mi incansable interés, en un vivero de cuantas plantas se dejen arraigar en tan pobre tierra, expoliada por la escorrentía de los milenios y por el incendio de tanto aprovechamiento foráneo. Allí donde la tierra es fértil, lo es también por el cuidado de los que se asientan en ella y cuidan de su integridad al sentirse parte. Desde que la hice parte de mi vida ha ido poco a poco adquiriendo forma propia en la que la naturaleza progresa de manera vital.
No hace mucho paseaba por la fraga cercana que hay en la ribera del Barbantiño. La naturaleza allí está intacta y no hay ni un solo rumor de artificio. Los robles, hayas y castaños conviven con las genistas y lechugas de satanás dejando solo hablar al viento. A la sombra de los árboles de mi casa quiero oír, no solo en otoño, el ruido de mis pisadas sobre las hojas caídas, al pasar por cualquier trocha que haga, por mi costumbre de ir i venir por todos sus rincones.
A veces pienso que, cuando voy pensando bajo la gorra entre la lluvia de febrero, sea aquí o allá, disparando mi imaginación como acostumbro, no hago más que escribir los relatos mudos que nunca me acuerdo de escribir cuando terminaron de pasar delante de mi magín.
Hoy ya he empezado a oler a primavera. Sospecho que en mas de un montón de hojas, podridas durante estos meses y calientes por la combustión de su pudrir, se empieza a remover mas de una simiente sin aguardar a ver cómo van las isobaras o los frentes de aire frío. Huele ya a primavera y habrá que empezar a pensar de otra manera para seguir viviendo como lo vengo haciendo, con la alegría que recojo de mi lado.Q.Ko