20080718

CALIFORNIA DREAMIN



El sábado cogí el coche de Mária para acudir a la cita con mis compañeros de la Facultad. La mañana se levanto fresca aunque el sol de Ciudad Real en el mes de julio suele picar bien temprano. Mi coche agotó los discos de freno de puros años que le rebañé sus bondades. Creo que lo mismo que creía que mis padres eran inmortales, y por desgracia comprobé que no lo eran, también creía que mi querido y bondadoso Mercedes no se iba a agotar como cualquier máquina. Lo hizo. Catorce años son muchos para el trasiego de frenadas al que le acostumbro. Por eso se quedó en el taller esperando la reposición. El viaje fue bueno: oyendo música como un descosido en una emisora que no pude identificar. Todavía no me manejo con la radio del Focus, pero los duendes de la radio se confabularon y, sabedores que iba con una pandilla de chicos y chicas de los sesenta, empezó a derramar una tras otra melodías que hacía años que no oía. Una de ellas era “Te he prometido” de aquel curioso cantante argentino, con timbre al modo de Paul Anka o Enrique Guzmán, que se llamaba Leo Dan. Me gustaba el tal Leo. Sus canciones eran sencillas, algo pueblerinas y lastimeras pero cantaba bien. Si alguien las oyó, recordará el estribillo de esa con su acento argentino: schllorarás, schllorarás por tu capricho… etc. Una pasada.
No todo en los sesenta fue bueno, el sábado también oí algo de aquellos insoportables de los Formula V que me martirizaron más de una vez. No duró mucho, para compensar, el alivio vino con una de las canciones que mas me emocionaban: “California Dreamin” de The Mamas and the Papas. Desde que la oí la primera vez siempre me conmovió su orquestación y las voces de chicas y chicos que se turnan en una canción con estructura tan antigua como las canciones primitivas que han fundamentado tanto a la música clásica: los coros se van rotando en un diálogo escalonado que repiten como un extraño eco cercano. Así cantaban en el foro teatral los coros de las comedias o tragedias griegas. Así cantan en las tribus de África, especialmente los zulúes, y los mandinga. Muchos de ellos fueron raptados por los barcos negreros rumbo a América y posiblemente así se hizo llegar la técnica que describo a la música afro americana, base del jazz, del rock y de tantos ritmos que conforman la música moderna.
La verdad es que cuando tenía 19 años California Dreamin me sugería muchas cosas, sobre todo algo de una actitud de seguridad y rebeldía que transmitía la canción. Yo sabía escasísimo inglés por lo que no me enteraba ni flowers. Ahora que algo se, no mucho, recibo el mensaje del marrón de las hojas, del cielo gris y de que en Los Ángeles se esta a salvo y protegido de todo, soñando con California. Lo que nunca llego a enterarme es lo que ocurre cuando pasan por una iglesia, y rezan. Sospecho que el complejo permanente de culpa del pueblo americano en esas fechas, bastante puritano y por otra parte pringado en la Guerra de Vietnam hasta las cejas, hacia decir esas cosas no muy coherentes. Por eso dice la letra que el predicador es como el frío; que no se sabe muy bien si quieren referirse a que es inevitable como el frío del invierno, o que tiene algún fin purificador no muy bien conocido. En fin, no se esmeraron con la letra. Parece más un diálogo de los Monty Pyton que un poema.
Lo cierto es que, como yo lo apreciaba, sí tiene la letra una hermosa cualidad y que es el mejor hallazgo musical de aquellos años memorables: las letras son un elemento más de la música instrumental, no importa tanto lo que dicen sino cómo suenan. Y así es.
California Dreamin sonó otra vez, antes de que viera a mis queridos compañeros de pandilla, arrugadillos como las pasas de Corinto pero con la misma sonrisa y ganas de bromear que ayer. Desde dentro de sus ojos asomaron los amigos de siempre con la juventud que permanece, la que mantiene el ánimos de lucha y las ganas de vivir. Me di un chapuzón en la piscina, sin temor a la denuncia de decadencia que hacían mis escualidas blancas carnes de pollo de mercadona. Me supo el baño a gloria.
Juan nos observaba con su inagotable sentido analítico, buscando en sus adentros los recuerdos que volvían a brotar con una seria sonrisa. Siempre nos ha guardado como si fuera un preceptor bondadoso. Maria Pía era la de siempre, la que de puro sencilla parece no haber agotado los enormes caudales de inocencia de la infancia, eso le permite siempre tirar con bala y que nadie se ofenda. Su lealtad le blinda. Tato y Nacho son las reencarnaciones de dos personajes entrañables: Tato la del gato filósofo risón de Alicia en el pais de las Maravillas, que mira tumbado como pasa la gente y se divierte con lo desconcertante de la vida. Un gato que al parecer hasta hace poco corria delante de los toros en Pamplona. No mo lo imagino. Nacho era la reencarnación del sensible y conocedor de la corte, Oscar Wilde, agridulce, siempre entrañable. Alberto, no ha derrochado ninguna de sus cualidades de seductor según parece, mas se veía herido por la ausencia del huido Javier del que juró no perdonarle nunca. Creo que pensaba para si que era Javier el que hacía de escudero Ciutti del Tenorio para sus correrías. Sin él creo que se encuentra perdido.
Jaime despues de jugar a ser James Bond en el jacuzzi, para lo que se prestó con la escenografía Maria Pía sin complejos, me volvió a ganar al calientamanos. Siempre tuvo unas manos grandes y rápidas como un panadero. Las hostias que dio en las mías no me dolieron sino más bien fueron flases de memoria juvenil que me arrancaron mas de una sonrisa, como hacía tiempo no sacaba: la que mezcla el rubor con la diversión. Terminamos cantando los dos el Im just a Gigoló de Louis Prima.
A Pilar se la veía disfrutar, reir, viéndonos; alejada de sus adentros , conjurando todo lo que se dejaba atrás ahumándolo con tabaco, rendido como lo tiene de no dejarle que le perjudique mas de lo que considera oportuno. Mayte, como siempre, cuidando de todos con su inagotable candor. Nacho convirtió Cubas de la Sagra en el retiro de Sans Souci, rescatándonos de estos días de revisionismo cateto que vivimos en el 2008. La verdad es que pasamos un buen rato y, por un momento, fuimos inmortales, no se si soñando con California, pero algo así.
(fOTO: LA, galería fotográfica Wi)

2 comentarios:

Dolores_Danaher dijo...

Acabo de escuchar la canción del Leo Dan y... tiene telita la letra eh?

Maaaaaaaaaaadre mía
"noserás feliz con ningún otro porque conmigo conociste el amor"

anda ya!! jajajajaja

:P

Mejor esta

http://www.goear.com/listen.php?v=d75cb33

Dolores_Danaher dijo...

Acabo de escuchar la canción del Leo Dan y... tiene telita la letra eh?

Maaaaaaaaaaadre mía
"noserás feliz con ningún otro porque conmigo conociste el amor"

anda ya!! jajajajaja

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